Los Dres. Fernando Callejón y Guillermo Hernández
Plata han escrito un libro excelente al que han dado por título “No es posible
curarse sin aprender a vivir”.
Nadie se mueve de un lugar donde se siente a gusto.
La enfermedad es muchas veces el incentivo que la
Consciencia pone en marcha para que salgamos del estancamiento o la repetición.
El Orden Natural tiende de manera inexorable al
crecimiento y al cambio. Este es un fenómeno que vemos en todos los ámbitos.
Es un fenómeno Universal.
Decía con gran criterio Sir Francis Bacon “La
naturaleza se domina… obedeciéndola”.
Cuando no escuchamos el mandato de la Naturaleza,
sobrevienen la crisis y la enfermedad.
La Felicidad no es una opción, es una Obligación.
Pero estamos atravesados por improntas culturales
de sufrimiento, de culpa y de pecado. Traemos una carga ancestral de
Perversiones. Y utilizo esta palabra tan fuerte en su más pleno sentido
etimológico: “Per Verso”, literalmente “tomar un camino que no es el natural”. Nuestra
ancestralidad Judeo-Cristiana ha vivido pensando que el Cielo se gana con
penuria y padecimiento.
La Biodescodificación Genealógica © no es un
tratamiento médico. Por lo tanto, su objetivo específico no es la curación de
enfermedades. Su propósito es mucho más ambicioso: ni más ni menos que el
despertar a la Felicidad.
El objetivo primario de la Biodescodificación
genalógica© es aportar herramientas (externas) y cooperar para desarrollar recursos
(internos), para acceder a una vida crecientemente plena y creativa.
Si en el transcurso de ese proceso la persona
"se cura" de las así llamadas "enfermedades" que la
aquejan, bienvenido sea. Pero ese será un componente agregado, un coadyuvante
colateral, un
beneficio secundario de nuestra metodología, cuyo principal objetivo es liberar
al ser humano de la miseria psicológica de vivir sintiéndose víctima de sus
acontecimientos y circunstancias
En nuestro trabajo Aspiramos a Vivir y a Morir
Lúcidamente.
Y eso es lo que transmitimos en nuestras sesiones,
talleres y seminarios.
De aprender a Vivir se trata.
Y de conocer –para liberarnos- las improntas, los
atavismos y mandatos que se interponen entre nosotros y la Vida Plena.
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